SOBRE UNA ROGATIVA POR LLUVIA OFRECIDA A NUESTRA SEÑORA DE BELÉN HACE 250 AÑOS



 

Por Miguel Juan Pereda Hernández

 

El pasado 17 de mayo de 2023, festividad de San Pascual Bailón, se cumplieron 250 años de una rogativa por lluvia ofrecida a la Virgen de Belén. De ello dejó testimonio escrito el cura propio de la iglesia arciprestal de Santa María de la Asunción don Cristóbal José García, en uno de los libros de bautismo del archivo parroquial. Se trata de una nota redactada los días 15 y 18 de mayo de 1773, mediante la cual el clérigo quiso dejar constancia de dos noticias.

La primera de ellas detalla cómo el 15 de mayo de 1773 finalizaron unas obras realizadas en el templo parroquial, que fueron ajustadas en 260 pesos con unos maestros milaneses, y que consistieron en acuñar los arcos, cubrir las aberturas de paredes y bóvedas, así como pintar su interior en una combinación cromática que hoy sería considerada bastante atrevida. Se pintaron las paredes de color rosa seca; arcos, pilastras y cornisas, de color almendra verde; florones y vacíos de las pilastras, de color de estuco tirando a pajizo; y las basas de las pilastras, de colores encarnado y negro en imitación de jaspe.


La segunda noticia hace referencia a que el 17 de mayo de 1773 y festividad de San Pascual Bailón, se trajo a Almansa desde su ermita la imagen de Nuestra Señora de Belén para ofrecerle rogativas, y precisamente al día siguiente se recibió el beneficio de una lluvia abundante. Teniendo en cuenta que la sequía venía siendo general en toda España, y en múltiples lugares se habían celebrado rogativas que resultaron infructuosas, muchas personas calificaron este hecho de prodigioso. Circunstancia que el párroco quiso reseñar para que, en un futuro, sus sucesores en el cargo procurasen aumentar la devoción a la Virgen de Belén.



“Nota: En quince días del mes de Mayo de mil setecientos setenta y tres años se concluyó la composición de esta Yglesia Parroquial. Se ajustó en doscientos y sesenta pesos con vnos Maestros Milaneses. Acuñaron los arcos, y cubrieron todas las aberturas de las paredes y bóvedas. Dieron a los planos de toda ella color de Rosa seca; a los arcos, Cornisas, pilastras, color de almendra verde; a los florones y vacíos de las pilastras y arcos, color de estuco, que tira a pagizo; a las basas de las pilastras color de jaspe encarnado y negro. A proporción y correspondencia compusieron la Sacristía, Coro y Capillas; todo, en el mismo precio.

Y el día diez y siete, en que se zelebra la festividad de San Pasqual Baylón, se trajo de rogativa por agua a María Santísima de Belén. Logróse al siguiente el beneficio por la protección de esta Madre. No faltaron algunos doctos, y piadosos varones, que se persuadieron podría atribuirse a especie de prodigio: Ya por lo duro, y sereno del cielo; ya porque aviendo sido generales en toda España las rogativas por esta necesidad, en ninguna experimentaron el beneficio. Fue casi general en toda ella el socorro. Lo noto en este libro, y firmo como cura propio para que mis Sucesores procuren aumentar la devoción.

D. Christóval Josef García”.


 


FUENTES:

Archivo de la Parroquia de la Asunción de Almansa. Libro de Bautismo núm. 18, folios 34 vuelto y 35.

PEREDA HERNÁNDEZ, M. J. (1995). ¡Agua, Virgen de Belén! Devoción y tradición en torno a la Patrona de Almansa. Asociación de Nuestra Señora de Belén.