NOTAS SOBRE LA DECLARACIÓN DEL CASTILLO DE ALMANSA COMO MONUMENTO ARQUITECTÓNICO-ARTÍSTICO

 Por Miguel Juan Pereda Hernández

 

Castillo de Almansa, frente oriental. Amador de los Ríos. (Instituto de Estudios Albacetenses).

Cuando se cumple un siglo de que el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes otorgase al Castillo de Almansa la categoría de Monumento, es un buen momento para conocer algunas de las vicisitudes que lo hicieron posible, evitando así su desaparición.

1.    TENTATIVA DE DEMOLICIÓN

En la Almansa de finales del siglo XIX y principios del XX, el aumento de población y las necesidades de vivienda hicieron que el cerro del Águila y las ruinas del Castillo sirviesen de cantera para el aprovechamiento de yeso y piedra, que fueron utilizados como materiales para la construcción de muchas de las nuevas casas edificadas en el centro urbano y sus zonas de expansión. En 1871 existía una fábrica de yeso en el Castillo y muy cerca, en las calles del Matadero (Estrella) y Torralba (P. Mª. Cuenca), otras dos de tejas y ladrillos.

 

Diario de Valencia, 6 de agosto de 1911.

El 4 de agosto de 1911 se desmoronó parte del castillo de Buñol (Valencia), con el resultado de 9 fallecidos y la destrucción de más de 30 casas. El 18 de agosto, ante la alarma producida y con objero de evitar una catástrofe parecida en Almansa, el Ayuntamiento pidió permiso al gobernador civil de la provincia para demoler la fortaleza de la ciudad: “…por unanimidad se acuerda pasar oportuno oficio al Sr. Gobernador, exponiéndole que en vista del peligro que parece tener el estado en que se encuentra el Castillo de esta Ciudad, con el fin de evitar una desgracia semejante a la ocurrida en el pueblo de Buñol, previos los trámites que dicha autoridad juzgue oportunos, se conceda la autorización que corresponda para demoler dicho Castillo si se considera procedente…”.

Ruinas del Castillo de Almansa. Antonio Passaporte. Archivo Loty. Fototeca del Patrimonio Histórico

Enviado en visita de inspección, el arquitecto provincial declaró fundados los temores de ruina, y aunque en su conjunto el Castillo presentaba “…buena estabilidad y gran solidez…”, propuso la demolición de “…algunas de las almenas de los muros de cerca y torreones…”; y además, dado que el mayor peligro de hundimiento radicaba en su flanco oriental, aconsejó la prohibición de “…la explotación de canteras al pie del castillo por los procedimientos violentos de barrenos con pólvora ó dinamita…”.

El 15 de septiembre de 1911, la Corporación fue informada del contenido de un oficio del gobernador por el que se prohibía “…la explotación de canteras en los alrededores del Castillo de esta Ciudad, quedando en suspenso la demolición de parte de dicho Castillo hasta que el Sr. Ministro de Fomento resuelva lo que proceda…”.

Ruinas del Castillo de Almansa. Antonio Passaporte. Archivo Loty. Fototeca del Patrimonio Histórico

 
2.    MONUMENTO ARQUITECTÓNICO-ARTÍSTICO

Así comenzó un largo proceso que se demoraría toda una década, hasta culminar el 2 de febrero de 1921 con la declaración del Castillo de Almansa como Monumento Arquitectónico-artístico.

2.1. El informe Mélida

Solicitada su intervención, la Real Academia de la Historia encargó un estudio a José Ramón Mélida, que fue presentado en febrero de 1919 bajo el significativo título de Sobre la pretendida demolición del Castillo de Almansa. El informe constaba de una reseña histórica de la fortaleza y la propuesta de dejar el asunto en suspenso hasta que la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando elaborase un dictamen, se aclarase lo relativo a la propiedad del edificio, y la Comisión provincial de Monumentos de Albacete presentase los antecedentes históricos que obrasen en su poder, y manifestase su opinión respecto a las propuestas del alcalde de Almansa y el arquitecto provincial. 

Ruinas del Castillo de Almansa. Antonio Passaporte. Archivo Loty. Fototeca del Patrimonio Histórico
 2.2. Nuevos hundimientos

Mientras tanto, y dado que se continuó con la práctica de sacar piedra sin el uso de explosivos, se produjeron nuevos desmoronamientos, por lo que en marzo de 1920 el Ayuntamiento acometió obras, supuestamente de reparación, con medidas tan desafortunadas como el derribo de algunas almenas, no sin las protestas del concejal y afamado pintor local Adolfo Sánchez Megías.

“Que por los Concejales Sres. Hernández y Blanco, auxiliados de los peritos que estimen oportunos, se estudie la manera de llevar a cabo las reparaciones necesarias en el Castillo de esta Ciudad para evitar que sus desmoronamientos causen perjuicio a los habitantes de las cercanías de dicho Castillo y evitar toda clase de peligros en aquellos lugares…”. (Sesión de 20 de febrero de 1920).

 “Que en vista de la situación peligrosa en que se halla el Castillo de esta Ciudad, vistas las explicaciones dadas por el Sr. Hernández Cano, se acuerda que los Agentes de la Autoridad avisen a los vecinos que habitan en las cercanías de dicho Castillo, y se autoriza a la Alcaldía para que ordene las reparaciones urgentes del mismo…”. (Sesión de 27 de febrero de 1920).

“A propuesta del Sr. Hernández Cano, se acuerda que una Comisión examine las condiciones y sitios en que se saca piedra del Castillo, y proponga lo oportuno para si existe perjuicio o peligro público se resuelva lo procedente…”. (Sesión de 5 de marzo de 1920).

 “El Sr. Sánchez Megía hace constar en acta su protesta y sentimiento por haberse destruido y derribado las almenas del Castillo de esta Ciudad con motivo de las reparaciones recientemente efectuadas…”. (Sesión de 12 de marzo de 1920).

En sesión de 17 de noviembre de 1920, Adolfo Sánchez presentó un ruego al Ayuntamiento para que fuesen socorridos los vecinos perjudicados por los “…hundimientos de casas en el barrio del Castillo con motivo de los recientes temporales…”, así como que fuesen reparadas “…las paredes medianeras en las calles del Castillo…”.

Castillo de Almansa. Dibujo a lápiz realizado el 3 de diciembre de 1870 por don José Luis Enríquez de Navarra y Galiano. (Archivo Casa Enríquez de Navarra. Almansa).



 2.3. El Informe Lampérez

Por Real Orden del Ministerio de Instrucción Pública de 18 de diciembre de 1919, el arquitecto de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Vicente Lampérez y Romea había recibido el encargo de visitar el Castillo de Almansa, reconocerlo a fondo y redactar un informe en el que debía aportar luz sobre tres aspectos fundamentales: mérito, estado y propiedad.

El académico inició su visita oficial a la fortaleza el 2 de octubre de 1920. En su informe, y en lo relativo a los méritos de la misma, incluyó una recopilación de textos históricos de varios cronistas, entre los que destaca el episodio de la toma realizada por las tropas de Gaspar Fabra en septiembre de 1476:

“...Gonzalo de Hellín, Alcaide del castillo de Almansa, fiel a su amo, encerróse en la fortaleza con algunos soldados y resistió el asedio de Fabra. Mas la peste declarada súbitamente, mató a la esposa, hijos, criados y soldados del Alcaide. Quedóse solo y enfermo, pues también le atacó la dolencia, pero solo resistió atendiendo a todo, aunque no por mucho tiempo, pues Gaspar Fabra tomó el castillo a escala vista, según la expresión del historiador. ¡Hermoso ejemplo de lealtad y heroísmo, que basta para hacer ilustres las piedras del castillo de Almansa!....

 

El 20 de septiembre de 1476 el capitán Gaspar Fabra llegó a Almansa, llamado por su concejo, con tropas de caballería e infantería para la toma de Castillo. Primera página del documento que previamente le fue presentado para que, en nombre de los reyes don Fernando y doña Isabel, confirmase los privilegios y franquezas de la villa . (Archivo Particular).

En cuanto al estado del edificio, indicaba que le faltaban partes importantes, otras estaban caducas y maltrechas por “...las injurias del tiempo y la codicia de los hombres...”, pero en ningún caso se trataba de una ruina que exigiese la acción de “...la piqueta demoledora...”. Las murallas y cubos de acceso, la torre del homenaje, así como los lienzos y torre sur se alzaban aún desafiantes. El mayor peligro de derrumbamiento se hallaba en el lienzo de muralla del lado este y algunas partes de los muros del cuerpo en espolón del lado norte. En su esquina suroeste, la torre del homenaje mostraba sillares desencajados por los efectos de un rayo. También presentaba algún peligro una laja de piedra del lado oriental, parte de la cual había caído la primavera anterior. 

 

Plano del Castillo de Almansa en el informe Lampérez (Biblioteca Nacional de España). Leyenda: (a) lienzo oriental de la muralla; (b) extremos del muro en espolón del ala norte; (c) almenas del muro defensivo de acceso; (d) macho angular sureste de la torre del homenaje; (e) lajas de la vertiente oriental. Se demolerían las partes señaladas con las letras (a), (b) y (e).

   Según Lampérez, había gran distancia entre el Castillo y las casas de la falda oriental del cerro, por lo que en caso de derrumbamiento sería muy eventual el peligro para personas y casas. No obstante, en prevención, era necesario demoler “...el lienzo de muro que monta sobre los estratos del foso seco y los extremos de los muros del espolón del Norte...”, así como las lajas del lado este. Las almenas aún existentes debían conservarse, pues no requerían más que “...simples y no costosos rejuntados de sus piedras con buen mortero...”
El Castillo de Almansa en el informe Lampérez (1920). Obsérvese el corte del cerro en escalón para su explotación como cantera. (Biblioteca Nacional de España).

 Por lo que respecta a la propiedad del Castillo, el académico señaló que, en base a la respuesta ofrecida por el Ayuntamiento a sus requerimientos, su dueño era el municipio; y así se afirmó en sesión de 8 de octubre de 1920:

“…Vicente Lampérez, Arquitecto y Académico de número de la Real Academia de Bellas Arte de San Fernando […] ha girado visita de inspección en dos del actual al Castillo de esta Ciudad para informar sobre su estado y condiciones, así como en lo relativo a la propiedad; este Ayuntamiento, contestando a lo interesado por el indicado Académico acuerda: manifestar que desde tiempo inmemorial y sin interrupción ha ejercido este Municipio actos de dominio y posesión sobre dicho Castillo sin entorpecimiento ni oposición de ninguna clase…”.

Portada del Informe Lampérez. (Biblioteca Nacional de España).

 
2.4. Declaración de Monumento. Eterna gratitud a Lampérez

El 19 de noviembre de 1920, el concejal Adolfo Sánchez Megías comunicó a la Corporación que, de modo particular, había tenido noticias de la aprobación del informe Lampérez por parte de la Academia. Finalmente, el Castillo de Almansa fue declarado Monumento Arquitectónico-artístico por Real Orden de 2 de febrero de 1921, que autorizaba al Ayuntamiento, su propietario, a demoler las partes consignadas en el informe:

“…1.º Se declara Monumento arquitectónico-artístico, conforme a los preceptos de la ley de 4 de Marzo de 1915, el Castillo de Almansa (Albacete), histórica fortaleza del siglo XV.

2.º Se autoriza al propietario de dicho Castillo, que según se afirma es el Ayuntamiento de la ciudad de Almansa, para efectuar la demolición del lienzo de muralla, que cabalgando sobre los estratos, forma la defensa del foso seco por el lado de Oriente (a del plano que figura en el informe de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando); algunas partes, no muy grandes, de los muros terminales del cuerpo en espolón del lado Norte (b de dicho plano), y las fajas del lado Oriente; debiéndose conservar las almenas y el resto del Castillo…”.

Gaceta de Madrid, 07.02.1921.

    

   Enterada la Corporación, en sesión de 18 de febrero de 1921 acordó por unanimidad hacer constar en acta su profundo agradecimiento a Lampérez y mostrarle eterna gratitud en nombre de la ciudadanía a la que representaba.

“…el Ayuntamiento después de enterado detenidamente, acordó por unanimidad hacer constar en acta su profundo agradecimiento al ilustre y erudito Arquitecto D. Vicente Lampérez, por su luminoso y concienzudo informe, considerando su labor una obra meritísima y por la cual esta Corporación en nombre del pueblo que representa le muestra eterna gratitud…”.

Fragmento del Acta del Excmo. Ayuntamiento de Almansa de 18 de febrero de 1921.

    Las labores de demolición corrieron por cuenta del Ayuntamiento, que en sesión de 15 de mayo de 1921 acordó solicitar al ministro de Instrucción Pública una “…subvención del Estado para proceder al arreglo y reparaciones necesarias en el Castillo de esta Ciudad, declarado Monumento Arquitectónico-Artístico por la R. O. de dicho Ministerio…”. No obstante, la restauración no comenzaría hasta mediados del siglo XX.
Retratos de Mélida (óleo de Sorolla) y Lampérez (dibujo de Ramón Casas)

 

FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA:

Archivo Histórico Municipal de Almansa. Libros de Actas del Excmo. Ayuntamiento de Almansa.

Biblioteca Digital Hispánica de la Biblioteca Nacional de España.

Fototeca del Patrimonio Histórico. Fotos de Antonio Passaporte. Archivo Loty.

LAMPÉREZ Y ROMEA, V. (1920) “Informe sobre el expediente relativo al estado del Castillo de Almansa (Albacete)”. Boletín de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Tomo XIV. Madrid, pp. 199-207.

MÉLIDA, J. R. (1919). “La pretendida demolición del castillo de Almansa”. Boletín de la Real Academia de la Historia. Tomo 74. Cuaderno II, pp. 108-111.