Por Miguel Juan Pereda Hernández
Glosamos hoy la figura de un almanseño que, entre finales del siglo XVII y principios del XVIII, desarrolló en China una importante labor misionera y publicó un diccionario chino-castellano. Pese a su dedicación, su labor fue denostada por la jerarquía católica de su tiempo.
Hablamos de Juan Fernández Serrano, que nació en Almansa hacia 1665, ingresó en la Orden de Franciscanos Descalzos de la Provincia de San Juan Bautista y, tras ser ordenado sacerdote, decidió dedicar su vida a las misiones.
1. SU VIAJE A CHINA
El 14 de junio de 1695 fray Juan Fernández Serrano fue registrado en la Casa de Contratación de Sevilla como “…blanco de color, alto de estatura y delicado de constitución…”.
El 27 de julio de 1695 embarcó hacia Nueva España (México) para luego, cruzando el Pacífico, llegar a Manila (Filipinas) en agosto de 1696. Un año después recaló en Cantón (China) y en enero de 1698 fue enviado a la ciudad de Nananfu, provincia de Kiangsi (Jiangxi), donde desarrolló labores de evangelización desempeñando los cargos de pro-vicario y notario apostólico durante siete años; tareas que compaginó con el aprendizaje de la lengua y la cultura chinas, declarándose partidario del respeto a los ritos chinos.
2. LOS RITOS CHINOS
Los misioneros católicos en China tenían diversas posturas en cuanto al método de evangelización. Los puntos más conflictivos giraban en torno al nombre que debería darse a Dios, y los honores tributados a Confucio y los antepasados. A este respecto, unos defendían que debía contemporizarse por considerar que eran manifestaciones de carácter patriótico, mientras otros tildaban dicho ceremonial de culto pagano y supersticioso.
3. CAMBIO DE CRITERIO DE LA SANTA SEDE Y RESPUESTA DEL EMPERADOR
En noviembre de 1669 la Santa Sede había dejado a la conciencia de los misioneros decidir si las circunstancias eran las adecuadas para tolerar o rechazar los ritos chinos.
Pero en noviembre de 1704 el papa Clemente XI condenó los ritos chinos, y el emperador exigió que, para permanecer en China, los misioneros católicos debían solicitar un permiso de predicación, que obtendrían solo si prometían respetar los ritos chinos.
https://www.chinadesdeelsur.com/2023/03/la-controversia-sobre-los-ritos-chinos.html
4. ACREDITACIÓN DEL MISIONERO ALMANSEÑO
En noviembre de 1708 fray Juan Fernández Serrano viajó a Pekín, donde obtuvo licencia imperial para proseguir su obra evangelizadora, que desarrolló en las provincias de Kiangsi (Jiangxi) y Kwangtung (Guangdong), llegando a cristianizar a más de 300 almas.
5. DENUNCIAS
En 1715 fue objeto de denuncias por su aceptación de los ritos chinos. La defensa de su labor misionera le llevó a enfrentarse con el vicario general de la diócesis y a escribir, a finales de 1717, una carta titulada Informatio pro veritate.
La acusación se basaba en un doble argumento: desobediencia a la Santa Sede y menoscabo de los misioneros contrarios a los ritos chinos.
6. FRAY JUAN CONTINÚA SU LABOR
En mayo de 1717, mientras el Vaticano estudiaba su caso, fray Juan fue trasladado a Cantón y nombrado comisario de la Misión Franciscana en China. En 1720 renovó el cargo y actuó como intérprete del visitador apostólico por designación del legado imperial.
7. CONDENA
Las noticias circulaban entonces con un enorme retraso. El 10 de octubre de 1719, el papa Clemente XI ya había decretado la remoción del misionero almanseño y su regreso a la provincia franciscana de origen; mandato que, comunicado al ministro general de la Orden Franciscana en Madrid, fue remitido a México y llegó a Manila en julio de 1721. En el documento de la Santa Sede se ordenaba que fray Juan se presentase ante las autoridades franciscanas de la capital filipina para ser reducido al estado de novicio y disciplinado tres días a la semana (lunes, martes y miércoles) con ayuno de pan y agua hasta nueva orden.
8. REGRESO A ESPAÑA
Pese a contar con testimonios favorables, Fray Juan decidió regresar a España vía Macao-Londres-Lisboa (con lo que completó la vuelta la mundo). Llegó a Madrid en mayo de 1727, donde recabó documentación con intención de viajar a Roma para defender su labor y la de otros misioneros.
9. VIAJES ALMANSA-ITALIA Y FALLECIMIENTO
Meses después volvió a Almansa, desde donde viajó a Italia con intención de visitar al papa. No lo consiguió, pero sí intervino en el capítulo general de la Orden Franciscana celebrado en Milán en mayo de 1729, tras cuya finalización regresó a Almansa, donde falleció el 3 de febrero de 1735.
10. OBRAS
A fray Juan Fernández Serrano se le atribuyen tres opúsculos y un diccionario chino-castellano, todos ellos escritos en caracteres chinos; sus títulos:
- Compendio de la Doctrina Cristiana.
- Tractado sobre el modo de confesar.
- Tractado místico sobre la comunión espiritual.
- Diccionario de la Lengua de los Chinos.
11. EPÍLOGO
En 1939 el papa Pío XII anuló algunas resoluciones de sus predecesores relativas a los ritos chinos, al considerar que tenían carácter civil y no religioso; tal y como pensaba y había defendido el misionero almanseño dos siglos antes.
12. FUENTES
P. FORTUNATUS MARGIOTTI, O.F.M. (1995): Sinica Franciscana. Volumen IX. Relationes et Epistolas. Matriti.