1662: MOROS Y CRISTIANOS EN ALMANSA

 

Por Miguel-Juan Pereda Hernández
  
1662: moros y cristianos en Almansa. Imagen recreada a base de un primer plano con el grabado de las Fiestas de Alcoy relizado por Gustavo Doré, y fondo con dibujo del castillo de Almansa obra de Miguel Pereda.
1. Introducción
  La costumbre de solemnizar algunas fiestas religiosas con actos organizados en torno a la lucha entre un bando moro y otro cristiano constituye una de las facetas de la diversión popular más profusamente implantadas en la península Ibérica, que posteriormente sería trasladada al continente americano.
  En esencia, la fiesta de Moros y Cristianos consiste en una representación de teatro popular que complementa el ritual litúrgico y refuerza los lazos comunitarios mediante el combate entre dos bandos: el de los héroes (los cristianos) y el de sus enemigos (los moros), que se enfrentan por la posesión de un bien colectivo.
 2. Milicias locales
  Si bien desde 1386 ya existían en Almansa milicias locales encargadas de proteger el territorio, serían los Reyes Católicos quienes acabasen por implantarlas en todos sus reinos y señoríos. Posteriormente, preocupado por el alzamiento de los moriscos de las Alpujarras, así como por los desembarcos de turcos y berberiscos en las costas levantinas y andaluzas, Felipe II procedió a su reorganización y jerarquizó a sus integrantes bajo los grados de capitán, alférez, sargento, cabo y soldados.
3. Alardes y soldadescas. Ejemplos próximos
  En ocasión de las grandes fiestas religiosas, dichas milicias locales solían intervenir en alardes, soldadescas y representaciones de moros y cristianos. Con ello se pretendía solemnizar los actos litúrgicos, simultaneándolos con la diversión, el adiestramiento militar y la puesta a punto del armamento. Así lo demuestran numerosas referencias documentales, como las de Alcoy, donde ya en 1668 se festejaba a su patrón San Jorge con una procesión en la que intervenían compañías de vecinos ataviados con trajes de moros y cristianos:
“...cuya celebridad se festeja en la misma iglesia del Santo con sonora música, y con diferentes invenciones de cohetes, de que cuyda el Jurado segundo del año antecedente, por estar anejo a su oficio; en cuyo día se hace una regocijada Processión; ilustrándola una compañía de cristianos moros y de Cathólicos Christianos cuyo alférez es el que elige el Justicia, y este el que nombra el Capitán de los moros; por la vuelta de la processión lleva el Justicia el Estandarte mayor de la Villa; y de los cordones los demás Oficiales. En la tarde se hacen algunos ardides de guerra dividiendo la compañía en dos tropas, componiendo la una los Christianos y la otra los Moros, que sugetos a liciones de milicia se están belicosamente arcabuceando; encaminándose tanto bullicio en honra y culto de nuestro Santo Patrón San Jorge, que en aquellas eras invicto defendió esta Villa, y en la presente la conserva, y conservará con su Patrocinio...”. (Cronista Carbonell; 1672). 
Célebre Centuria, de Vicente Carbonell. Biblioteca Valenciana Digital.
   No obstante ello no constituía ninguna novedad, pues medio siglo antes, en 1614 y 1616, ya consta documentalmente que se había hecho algo parecido en Jumilla con motivo de la fiesta de Nuestra Señora de la Asunción:
“...acordaron que atento la fiesta de la Asunción de Nuestra Señora de agosto es ya cerca, y es bien que tal festividad se la venere como en razón y como es costumbre i siempre se fizo, y entre una de las fiestas que se an de facer es bien que fagan Moros y Cristianos...”. (Jumilla, 14 de julio de 1614. Folios 223 y 224 del libro 6º de 1609-1616. Archivo Municipal de Jumilla. Juan Gil Canicio).
“...dixeron que atento la fiesta del Asunçión de Nuestra Señora de agosto está çerca, y es bien que tan alta fiesta se solemniçe y sehan fiestas qual conbengan a tan solemne día y para ello se fagan moros xristianos...”. (Jumilla, 24 de julio de 1616. Folio 318 del libro 6º de 1609-1616. Archivo Municipal de Jumilla. Juan Gil Canicio).
   También las Actas Municipales del Concejo de Almansa recogen disposiciones similares respecto a la organización de festejos en los que participaron vecinos ataviados con trajes de moros y cristianos. Datan de 1662 y, curiosamente, con aquellas fiestas no se pretendía honrar a los patrones de la villa (San Francisco desde 1608 y Nuestra Señora de Belén desde 1644), sino a la Inmaculada Concepción de María, y el motivo no era otro que celebrar la publicación de un documento pontificio cuyas vicisitudes pasamos a explicar.
AHMA. Legajo 1.313. Expediente 2. Folio 24 vuelto.
 4. Maculistas contra inmaculistas
  A mediados del siglo XVII en los países católicos se dieron grandes controversias y enfrentamientos entre maculistas e inmaculistas (detractores y partidarios de la Inmaculada Concepción de María). Los dominicos (maculistas) y los franciscanos (inmaculistas) se atacaban sin misericordia a este respecto, y llevaban a cabo airadas disputas tildándose unos a otros de herejes. El asunto era debatido de manera apasionada, no sólo en las universidades y los cabildos catedralicios, sino también en campos, villas y ciudades.
En reiteradas ocasiones el rey Felipe IV pidió a la Santa Sede la declaración de la Concepción Inmaculada como dogma de fe, pero los pontífices no se mostraron partidarios de ello. En 1655, el papa Alejandro VII autorizó que se pudiese hablar, escribir y publicar libremente sobre el tema, circunstancia que aprovechó Felipe IV para enviar una nueva embajada a Roma, encabezada por el obispo de Orihuela, don Luis Crespí de Borja, con el fin de insistir en la tesis inmaculista.
 
El obispo de Orihuela, don Luis Crespí de Borja, fue enviado por Felipe IV a Roma para defender el Misterio de la Inmaculada Concepción de María.

  El 8 de diciembre de 1661, Alejandro VII publicó la Constitución Apostólica Sollicitudo omnium ecclesiarum, manifestando que María había sido preservada del pecado original desde el primer instante de su Concepción, y tal misterio era objeto de creencia y culto aceptado por la Iglesia; aunque no admitió su declaración dogmática. Habría que esperar casi dos siglos, hasta el 8 de diciembre de 1854, para que el papa Pío IX declarase dogma de fe el misterio de la Inmaculada Concepción de la Virgen María.
 
Inmaculada Concepción con los jurados de la ciudad de Valencia en 1662. Jerónimo Jacinto de Espinosa. 
Lonja de Valencia.
5. Moros y cristianos en la Almansa de 1662, con motivo de la fiesta de la Inmaculada Concepción
  El 29 de abril de 1662, con el fin de manifestar su alegría por la publicación de la mencionada Sollicitudo omnium ecclesiarum, el concejo de Almansa acordó que durante los días 15, 16 y 17 de agosto de aquel año se celebrarían fiestas dedicadas a la Inmaculada Concepción de María, las cuales comenzarían con una solemne procesión en la que, para hacerla más vistosa, participarían dos compañías militares ataviadas con trajes moro y cristiano:
“…Acordaron se formen dos Compañías Militares que acompañen la ymagen de Nuestra Señora en ella, y en forma de triunfo sea festexada y aplaudida en lo espiritual y temporal, diuidiendo los trajes en cristiano y moro para que la variedad la haga más vistosa…”.
 
AHMA. Legajo 1.313. Expediente 2. Folio 25 vuelto.
  Asimismo se procedió al nombramiento de los vecinos que habrían de ostentar los grados de capitán, alférez, sargento y ayudante de cada una de las compañías, y se facultó a los sargentos para que designasen a sus ayudantes, a condición de que fuesen soldados viejos y con experiencia. 
 
 GRADOS
COMPAÑÍA DE MOROS
COMPAÑÍA DE CRISTIANOS
Capitán
Don Joan Marín de las Marinas
Don Luis Galiano Spuche
Alférez
Don Francisco Galiano Spuche
Don Thomás Galiano Ossa
Sargento
Don Luis Huarte
Don Pedro de Atiença
Ayudantes
Don Marcos Enríquez de Navarra, don Miguel Galiano Spuche, don Antonio Salvador y don Luis Vlloa
  
  Para mayor lucimiento, los festejos incluirían luminarias, fuegos, máscaras, dos comedias (funciones de teatro) y dos juegos de toros, para cuya preparación se nombró una comisión integrada por don Miguel Galiano Spuche (alférez mayor de la villa) y Miguel de Zornoza Marín. Finalmente se ordenó que estos acuerdos fuesen dados a conocer públicamente el primero de mayo, y se pidió a los religiosos franciscanos del convento almanseño que participasen en la Procesión.
  
   En resumen, los acuerdos tomados por el concejo de Almansa el 29 de abril de 1662, tras consultar con el clero parroquial, fueron los siguientes:
·   Celebrar fiesta particular al Misterio de la Inmaculada Concepción de la Virgen María el día 16 de agosto de aquel año.
·    Enaltecer el acto con una Solemne Procesión.
·   Pedir al cura párroco que recomendase a sus feligreses que tal día cumpliesen con los Sacramentos de Penitencia y Confesión, y los aplicasen, en primer lugar, al logro de la concordia y la paz entre todos los príncipes cristianos, y en segundo, a que Dios iluminase a su Iglesia para que declarase dogma de fe el Misterio de la Inmaculada Concepción de María.
·  Realzar la Solemne Procesión mediante la participación de dos Compañías Militares ataviadas con trajes cristiano y moro.
·  Nombrar a los capitanes, alféreces, sargentos y ayudantes de ambas compañías.
· Facultar a los sargentos para que nombrasen ayudantes, a condición de que fuesen soldados viejos (expertos) de la villa.
·  Festejar la noche y el día de la Fiesta con luminarias, fuegos, máscaras, dos comedias y dos juegos de toros.
·   Declarar festivos los días 15, 16 y 17 de agosto de 1662.
·   Nombrar comisarios encargados de organizar los festejos.
·  Dar publicidad a los acuerdos el 1 de mayo con la solemnidad acostumbrada.
·  Invitar a los religiosos menores descalzos de San Francisco del convento de Santiago de Almansa (inmaculistas) para que asistiesen a la Procesión con la imagen de “...la Limpia Conçepçión por las calles acostumbradas de esta dicha villa de Almansa...”.
 7. Conclusiones
  Para terminar, hemos de decir que ha quedado demostrado documentalmente que los testimonio escritos más antiguos que conocemos sobre fiestas de moros y cristianos organizados en Almansa datan de 1662, y son por tanto anteriores a los que manejan otras poblaciones que celebran este tipo de festejos.
  Pero aquellos actos tuvieron un carácter excepcional, fueron programados en ocasión de la publicación por Alejandro VII de la Constitución Apostólica Sollicitudo omnium ecclesiarum, para honrar a la Inmaculada Concepción y no a Nuestra Señora de Belén, patrona de la villa desde el 31 de enero de 1644, cuya festividad se celebraba el 6 de mayo en su ermita de la Vega de las Barracas.
  Las fechas elegidas para la fiesta: 15, 16 y 17 de agosto, son idóneas para la organización de actos al aire libre, y en cierto modo están relacionadas con la tradición religiosa local, pues el 15 es la festividad de Nuestra Señora de La Asunción (titular de la iglesia parroquial), y el 17 la de San Roque, cuya fiesta habían jurado guardar los almanseños en 1530.
  No pretendemos relacionar aquellos festejos de 1662 con las actuales fiestas de Moros y Cristianos de Almansa, que tan brillantemente vienen celebrándose desde hace casi medio siglo. No puede hablarse en este caso de tradición o continuidad, aunque sí de un precedente histórico importante.
 8. Epílogo
  Trescientos tres años después, en 1965, un grupo de vecinos del Barrio de San Roque organizó la comparsa mora de los Beréberes, en un intento de despertar el interés de los almanseños hacia este tipo de festejos. Si bien en un principio la iniciativa no tuvo mucho éxito, doce años después la llama acabó prendiendo y en 1977 desfiló por primera vez la comparsa Amanzárabes, dando inicio a la actual Fiesta de Moros y Cristianos de Almansa, cuyos orígenes y evolución constituyen ya de por sí otra Historia.
 
AHMA. Legajo 1.313. Expediente 2. Folios 24 vuelto y 25.
Apéndice documental
  Almansa, 29 de abril de 1662. Fiestas de la Concepción. Archivo Histórico Municipal de Almansa. Legajo 1.313. Expediente 2. Folios 24 vuelto a 27.
“Fiestas de la Conçepçión.
Y por quanto a ynstancia de la piadosa súplica de Su Magestad que Dios Guarde, se a despachado de nuebo boleto en que Su Santidad de nuestro Muy Santo Padre Alexandro Séptimo fortalece la opinión piadosa que afirma que la Uirgen Santíssima Nuestra Señora fue conceuida en Gracia y preservada de la Culpa Original desde el primer ynstante de Su Concepción, debido a tal circunstancia todo lo que puede tener en su favor, menos a no estar definida por de fee, y porque qualquier declaración pontificia que es fuerça de verdad de este Misterio deue ser muy de la estimación desta villa, por seguir en este el fervor y devoción con que los Reynos de España la aclaman y defienden por verdadero y estar obligada a ello por especial juramento, deseando que las demostraciones públicas y exteriores correspondan a el goço ynterior con que a recivido este nuevo boleto, aviendo consultado sobre ello a el Muy Reverendo Clero de la Parroquial desta villa, y hallándole en vn mismo sentir con ella, acordaron que en el día diez y seis de agosto de este presente año se celebre fiesta particular a el Misterio de la Ynmaculada Concepción de la Virgen María Madre de Dios  y Señora Nuestra, en la Yglesia Mayor de esta villa, dando principio desde las vísperas de el día antecedente, con todo el culto y solemnidad que requiere tan relixiosa función, haciendo en dicho día Solemne Procesión, y se comete a el Señor Cura de dicha Parroquial amoneste a todos sus parroquianos que para dicho día limpien sus almas y conciencias por medio de los Santos Sacramentos, aplicando al mérito por la paz y concordia entre los príncipes cristianos, y porque Dios Nuestro Señor se sirva de manifestar a su Yglesia la verdad de este Misterio en el modo necesario para que lo defina por de fee; y para que la dicha procesión se haga con todo aplauso, acordaron se formen dos Compañías Militares que acompañen la ymagen de Nuestra Señora en ella y en forma de triunfo sea festexada y aplaudida en lo espiritual y temporal, diuidiendo los trajes en cristiano y moro para que la bariedad la haga más vistosa; y para las dichas compañías, desde luego vnánimes y conformes nombaron por capitanes a los señores don Luis Galiano Spuche y don Joan Marín de las Marinas, y por Alféreces a los señores don Thomás Galiano Ossa y don Francisco Galiano Spuche, y por Sargentos a los señores don Pedro de Atiença y don Luis de Huarte; y para los moros nombraron a los señores don Joan Marín, don Francisco Galiano Spuche y don Luis Huarte, y para los cristianos a los señores don Luis Galiano Spuche, don Thomás Galiano Ossa y don Pedro de Atiença; los quales, estando presentes, aceptaron los dichos nombramientos y ofrecieron cumplir el yntento de esta villa con toda demostración y efecto, y porque se espera que el concurso de dichas compañías sea grande, y conbiene aya personas de autoridad y respeto que assistan y ayuden a los señores oficiales a el gobierno y disposición de ellos, en dicha conformidad nombraron a los señores don Marcos Enríquez de Navarra, don Miguel Galiano Spuche Patrón, don Antonio Salvador y don Luis Vlloa para que como consiliarios y superyntendentes de la dicha fiesta assistan con los dichos señores ofiçiales con ygual autoridad en ella a todo lo que fuere necesario, dividiéndose dos a una compañía y dos a otra; y para el gobierno particular que toca a el oficio de Sargentos, aparte de lo acordado, se da facultad a los dichos señores Sargentos para que nombren los ayudantes necesarios, procurando sean soldados viejos; y assí mismo acordaron que la noche y día de la fiesta se festexe con diversidad de luminarias, fuegos y máscaras y juntamente se hagan dos comedias con dos juegos de toros, açiendo declaración para dichas fiestas los días quince, diez y seis y diez y siete de agosto, y para que vno y otro tengan el logro que esperan, para las luminarias, fuegos y luces nombraron comisarios a los señores don Miguel Galiano Spuche, alférez mayor, y Miguel de Çornoça Marín, a quienes se librará lo necesario; y porque aya tiempo para la prevención de ellas, acordaron que el día primero de mayo de este año se haga notorio este acuerdo con la solemnidad acostumbrada y se les avise y haga notorio a los relixiosos del conbento de San Francisco de esta villa para que asistan a la procesión con la ymagen de la Limpia Conçepçión por las calles acostumbradas de esta dicha villa de Almansa”.
Fuentes:
  Archivo Histórico Municipal de Almansa.
  Revista Oficial de Fiestas de Almansa 1965.

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