LA INQUISICIÓN EN ALMANSA (1)

 


Por Miguel Juan Pereda Hernández

Gracias a la obra de Juan Blázquez Miguel La Inquisición en Albacete tenemos noticia de moradores y vecinos de Almansa que fueron procesados por el Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición. También el Portal de Archivos Españoles (PARES) aporta datos interesantes al respecto. Con todo ello, hemos elaborado este trabajo que iremos ampliando en sucesivas entregas.


 1.    CONDENAS EN EL SIGLO XVI

En 1562, Juan de Nudos fue multado con 6.000 maravedíes por blasfemia.

En 1570, Bartolomé Martínez fue condenado a dos años de destierro por decir que fornicar no es pecado.

En 1571, Marco Ramírez fue condenado a azotes y tres años de galeras (remar en las embarcaciones de guerra del rey) por blasfemia.

En 1572, Antón Serrano fue multado con 10 ducados por hablar en contra de los frailes.

En 1575, se procedió contra el maestro de cantería (arquitecto) Juan de Segura (responsable de las obras de consolidación de la iglesia de Santa María de la Asunción), por maltratador y feminicida. Dado que era familiar del Santo Oficio, el tribunal se limitó a despojarle del cargo.

En 1580, Bárbara de Porras (viuda de Alonso Gómez) fue reprendida por estar amancebada (hacer vida marital sin estar casada).

En 1587, Martín Pérez fue procesado por decir palabras inconvenientes, aunque finalmente la causa fue suspensa.

2.    PROCESOS CONTRA MORISCOS Y JUDAIZANTES

También existen datos sobre actuaciones de la Inquisición contra vecinos o moradores acusados de practicar secretamente ritos islámicos y judíos.

2.1. Moriscos

En 1613 fueron procesados varios moriscos (musulmanes cristianizados de manera forzosa) residentes en Almansa en calidad de esclavos de miembros de la élite local. En su mayoría, reconocieron haber practicado ritos islámicos secretamente, siendo todos ellos absueltos ad cautelam (con reservas). Concretamente se actuó contra:

María de Cortis, valenciana de 26 años y esclava de Juan González, familiar del Santo Oficio.

Luisa Sava, de 14 años y esclava del regidor Luis Sánchez.

Ángela Sastor, de 35 años y esclava del regidor Luis Sánchez.

Luis Pérez, de 23 años y esclavo del regidor Luis Sánchez.

Miguel Juan, de 14 años y esclavo del regidor Luis Sánchez.

María Gordi, valenciana de 22 años y esclava del clérigo Esteban Díaz.

Luis Alejandro, de 14 años y esclavo de Martín Rodríguez.


En 1657 se procesó al morisco Luis Borrico Gato, por afirmar que Dios no había hecho bien las cosas, porque había permitido que unos fuesen cristianos, otros moros y otros judíos, cuando todos deberían ser uno (practicantes de una misma y única religión); por ello fue condenado a reclusión y 200 azotes.

2.2. Judaizantes

También algunos vecinos de Almansa fueron acusados y condenados por prácticas de judaísmo. Así vemos como, en 1618 fue detenido en Villena Simón Rodríguez, que denunció a Juan Rodríguez (vecino de Almansa) y a Gabriel Rodríguez (vecino de Montealegre); todos ellos de origen portugués.


Simón Rodríguez (comerciante avecindado de Almansa) era propietario de una tienda situada junto a la iglesia mayor de Santa María de la Asunción. Sometido a tormento, se declaró criptojudío y fue condenado a tres años de galeras. Tras alegar (mediante certificación médica) que no podía remar por haber quedado manco como consecuencia de las torturas recibidas, le fue conmutada la pena por multa de 100 ducados, que no pudo pagar por haber quedado en la miseria él y su familia. Finalmente, Simón Rodríguez y su esposa Leonor Hernández fueron condenados a ayunos y penitencias. Su pariente Gabriel Rodríguez tuvo más suerte, pues logró huir desde Montealegre antes de ser detenido; pese a ello se siguió proceso contra él, siendo condenado y relajado en estatua.

En 1620 fueron procesados Manuel Fernández Menda y su esposa Mencía Hernández, portugueses avecindados en Almansa relacionados con grupos judaizantes locales, así como de Villena y Yecla; ambos fueron condenados a confiscación de bienes y cárcel perpetua.

3.    OTROS PROCESOS EN LOS SIGLOS XVII, XVIII Y XIX

Tanto Blázquez como el Portal de Archivos Españoles aportan noticias sobre otros procesos a clérigos y seglares moradores o vecinos de Almansa.

3.1. Clérigos

A finales del siglo XVIII, el jesuita almanseño Marcos José Enríquez de Navarra (aprobador y censor de libros en el obispado de Cartagena-Murcia, así como maestro de Sagrada Teología y rector del Colegio de San Esteban de la Compañía de Jesús en Murcia) tuvo problemas con la Inquisición, al haberse hallado en su poder un libro incluido en el Índice de Libros Prohibidos y titulado Regimiento de Príncipes; obra que trataba sobre los límites que deberían imponerse a la Inquisición para reformar abusos tales como el de no informar a los reos de los nombres de los testigos que declaraban en su contra. Según Blázquez, dicho clérigo “…murió probablemente en el destierro…”.


La Inquisición no se andaba con miramientos respecto a los delitos de carácter sexual cometidos por frailes o clérigos, y particularmente con el de solicitación (requerir sexualmente a una feligresa aprovechando la confesión); en este sentido, las fuentes citadas dan noticia de las siguientes actuaciones:

En 1616, contra fray Gregorio López (franciscano de 39 años), que fue procesado por abrazar, besar, desnudar y azotar a sus feligresas hasta hacerles sangrar.

En 1665, contra fray Alonso de Tárraga (franciscano).

En 1687, contra fray Matías López  (franciscano), que fue condenado a abjuración de levi, privación perpetua de confesar y siete años de destierro.

En 1668, contra fray Pascual Hernández (franciscano).

En 1707-1708, contra fray José de Albaida (capuchino).

En 1707-1708, contra fray Pedro Morales (franciscano y guardián del convento de Santiago de Almansa).

En 1707-1708, contra fray Pedro Onteniente (capuchino).

En 1707-1708, contra fray Agustín de Caudete (capuchino).

En 1740, contra Francisco Pardo Montejo (natural de Alborea, presbítero, confesor y maestro de Gramática en Almansa, de 36 años de edad) y Ana de Jesús María (beata carmelita natural y vecina de Murcia), por haber mantenido tres años antes en Murcia una tórrida relación de la que daremos cumplida cuenta en su momento.


En 1744 se juzgó y condenó por solicitante a fray Jaime Galiana, predicador y confesor franciscano del convento almanseño, de 75 años de edad y natural de Callosa de Ensarriá. El proceso estuvo basado en las acusaciones de cuatro mujeres, que en sus declaraciones dieron pelos y señales de los acosos a los que se habían visto sometidas por el fraile (en una nueva entrega ofreceremos los testimonios de las jóvenes almanseñas).

3.2. Otras actuaciones

En 1638, se siguió proceso contra Juan Merino, por bigamia.

En 1663, Juan Francisco de la Palma (de profesión dorador) fue condenado a 200 azotes y cinco años en galeras por bigamia.

En 1679, el obispo de Cartagena Francisco de Rojas Borja no se atrevió a proceder contra el familiar del Santo Oficio de Almansa Juan Enríquez; hombre “…inquieto, sediçioso, caviloso y mui arrojado y sobre todo mui enemigo de el estado eclesiástico…”, acusado de haber abierto “…con desordenado y descompuesto arroxo…” los graneros donde se guardaba el diezmo (décima parte de la cosecha que se entregaba a la Iglesia), con objeto de requisar todo el trigo y destinarlo al pago de los gastos de extinción de la plaga de langosta que había sufrido la villa el año anterior. Dada la condición de familiar del Santo Oficio del acusado, la causa fue dejada en suspenso.

En 1734, Pascual Bonete fue condenado a 200 azotes y ocho años de destierro por superstición y proposición deshonesta.

En 1760, se siguió proceso contra Luis Gascón, un almanseño constructor de carros y arados de 21 años, por manifestar que tenía una bola mágica a la que daba de beber sangre todos los viernes, la cual le permitía adivinar cosas ocultas y llevarse a cuantas mujeres quisiere para yacer con ellas sin que nadie las echase de menos (trataremos este caso de forma más amplia en una nueva entrega).

En 1763, se actuó contra fray Luis Bremond (franciscano) por solicitación.

En 1804, fray José Molino (franciscano) fue procesado por proposiciones deshonestas.

3.3. Robo de sagradas formas

En abril de 1805 se investigó el robo de formas consagradas cometido el Viernes Santo en la parroquia de Santa María de la Asunción. Tras diversos interrogatorios, el fiscal concluyó que había sido “…hecho por dos muchachos movidos más bien por el hambre que por desprecio e irreverencia al Señor Sacramentado…”.

4.    EPÍLOGO

En este caso habrá de ser el lector el encargado de extraer sus propias conclusiones. Por nuestra parte, nos hemos limitado a exponer los hechos. En futuras entregas iremos dando detalle de los procesos más insólitos y sorprendentes. Les aseguro que no hay nada más real que la vida misma.

5.    FUENTES

BLÁZQUEZ MIGUEL, J. (1985). La Inquisición en Albacete. Albacete: I.E.A.

http://iealbacetenses.dipualba.es/viewer.vm?id=0000040283&page=2&search=

Portal de Archivos Españoles: https://pares.culturaydeporte.gob.es/inicio.html


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