Por Miguel-Juan Pereda Hernández
Artículo publicado en 2006 en el antiguo blog del autor:
(http://historiadealmansa.usuarios.tvalmansa.com).
Croquis de la puerta principal de acceso a la Feria de 1881. (A.M.A). |
A lo largo de sus ocho siglos de existencia (del XIV al XXI), la Feria de Almansa ha conocido múltiples vicisitudes y mudanzas, motivadas por los azares del destino, los cambios de costumbres o el crecimiento urbano de la ciudad.
Desde 1785 hasta 1880 tuvo como escenario la plazuela de San José (plaza de la Constitución) y su entramado de calles aledañas (en torno a la Lonja). Su duración, aunque se tenía licencia real para que fuese de una quincena, solía ser de apenas tres días: 1, 2 y 3 de septiembre.
En su edición de 1881, hace justamente 140 años, se llevaron a cabo cambios de importancia:
- Su duración fue ampliada de tres a siete jornadas (del 28 de agosto al 3 de septiembre).
- Se le buscó una nueva, mayor y mejor ubicación: la plaza de San Francisco (Jardín de la Glorieta).
- Se mandó construir (de obra efímera) un recinto ferial con arcos de acceso y un pabellón para Café-Restaurant.
1. PLAZA DE SAN FRANCISCO
En aquellos momentos se llamaba plaza de San Francisco al espacio hoy ocupado por la mitad suroriental de la manzana formada por las calles Nueva y San Francisco, y la parte del parque de los Reyes Católicos que llega hasta el actual templete, donde entonces había unos huertos con tapias perpendiculares a la fachada del convento de los franciscanos.
Plaza de San Francisco en el plano de F. Coello (1876). |
2. MONTAJE Y EXPLOTACIÓN
El 28 de julio de 1881 el Ayuntamiento aprobó el pliego de condiciones de la subasta pública para el montaje y la explotación de la Feria. Según sus bases, el arrendatario estaría obligado a construir los arcos y puertas de acceso al recinto ferial, cerrarlo e instalar las paradas o puestos de venta.
“3ª Será de cuenta del arrendatario la construcción de la puerta de la Feria dentro del recinto del Compás de la plaza de San Francisco, junto a las paredes que la cierran, y en la forma que ha venido haciéndose en los años anteriores en la parte exterior de la Lonja, recibiendo bajo inventario las escaleras, banquetas y demás útiles que posee el Ayuntamiento, devolviéndolos en el mismo estado que los reciba.
4ª Será obligación del arrendatario la construcción del cerramiento del local de la Feria desde la esquina del huerto de D. Antonio González a la que forma la primera casa de la calle del Cerrado, dejando dos puertas, una que mire a la calle Nueva, y la otra a la de San Francisco, y un arco que sirva de puerta central en la mitad del cerramiento. El Ayuntamiento facilitará al rematante los escudos, cimbrias, banderas y gallardetes con que deben adornarse”.
Croquis de los arcos y puertas de acceso a la Feria de 1881. (A.M.A). |
Cuatro fueron los pliegos presentados; Pedro Lamata ofreció 150 pesetas; Francisco Real, 50; Diego Martínez, 20 y Pedro Toledo no pujó con dinero, sino que se brindó a construir un tablado para la Banda de Música Municipal y un asiento circular, así como a correr con los gastos de riego y barrido del recinto ferial dos veces al día. La subasta fue adjudicada a Pedro Lamata, avalado por Francisco Ferrero Puerto.
Dado que el nuevo recinto ferial era de mayores dimensiones que el anterior y permitía la instalación de un mayor número de puestos, se ofreció la posibilidad de concurrir a los comerciantes locales que lo deseasen, para lo cual deberían solicitarlo al Ayuntamiento antes del 20 de agosto.
El primer vecino en pedirlo tendría derecho a elegir emplazamiento inmediatamente después de que lo hiciese el feriante más antiguo, y así se procedería con los demás interesados en instalarse; primero elegiría un feriante y a continuación un vecino. Además, el orden de preferencia establecido aquel año regiría para las futuras ediciones de la Feria, constituyendo un derecho transferible por vía de sucesión.
Expedientes de las subastas de la Feria de 1881. (A.M.A). |
4. PABELLÓN PARA CAFÉ-RESTAURANT
También fue redactado un segundo pliego de condiciones para la construcción y la explotación de un pabellón destinado a Café-Restaurant. El rematante debería erigirlo dentro de un rectángulo de 15,5 x 13 metros situado dentro del recinto ferial. En él podría vender bebidas, helados y otros artículos de consumo. En una de las condiciones se estipulaba que el arrendatario suministraría al Ayuntamiento las cargas de sabina necesarias para el revestimiento de los arcos, las puertas y el cercado del recinto ferial. La subasta fue adjudicada a Julio Navalón García, que aceptó todas las condiciones menos la relativa a las cargas de sabina.
5. TARIFA DE PRECIOS
Todo parece indicar que el tal
Navalón era el repostero del Casino Artístico, pues el nombre de dicho establecimiento
figura en el croquis del pabellón y la lista de precios adjunta a su licitación,
según la cual, los asistentes a la Feria con suficiente poder adquisitivo tendrían
ocasión de consumir los siguientes artículos:
- Licores: ron, coñac, ginebra, anís, Chartreuse, marrasquino, curasao, pipermín, bítter, kirsch, vermut, ajenjo (absenta)...
- Vinos españoles: amontillado, jerez, málaga, manzanilla, moscatel y pajarete.
- Vinos extranjeros: del Rin, Burdeos, Champagne…
- Cervezas y gaseosas: cerveza española e inglesa Pale Ale; gaseosas con y sin sifón.
- Helados, refrescos y otras bebidas: mantecado helado, quesitos helados, sorbetes de fresa y café, limón helado, grosella, horchata, zarzaparrilla, café, té negro, té verde…
- Repostería: amplio surtido de conservas, salchichón, jamón, aceitunas, entremeses y todo lo necesario para servir comidas o cenas.
- Tabacos: habanos de todas clases y precios.
Tarifa de Artículos para el Café-Restaurant de la Feria 1881. |
6. EJEMPLO PARA AÑOS POSTERIORES
Aquella Feria de 1881 resultó un completo éxito y fue tomada como ejemplo para futuras ediciones, como consta en los acuerdos municipales para los preparativos de la correspondiente a 1882:
“...próxima la época en que debe celebrarse la Feria de esta Ciudad procedía que el Ayuntamiento se ocupara de este asunto y dispusiera lo conveniente para que en este año se lleve a efecto con el mismo o mayor lucimiento, si cabe, que en el anterior; y tomada en consideración por la Municipalidad la precedente indicación, por unanimidad se acordó que la Feria se celebre en los mismos días en que tuvo lugar el año último, ó sea, desde el veintiocho de Agosto al tres de Setiembre inclusive y su instalación en igual sitio de la Plaza de San Francisco; que por la Comisión respectiva se proceda sin levantar mano a fijar las bases bajo las cuales se ha de instalar, según costumbre, el arrendamiento en pública licitación de la construcción de puestos y percepción de los derechos de alquiler; y que la misma Comisión se encargue de la colocación de arcos, decorado, alumbrado, construcción de pabellones y de todo cuanto considere necesario a conseguir la mayor concurrencia de forasteros, y que la mucha importancia que ya tuvo la Feria en el año anterior no desmerezca en el actual, sino que por el contrario se aumente en cuanto sea posible, en armonía con los deseos y aspiraciones del vecindario y los recursos con que cuenta el Ayuntamiento...”.
FUENTES:
Archivo Municipal de Almansa.
PEREDA HERNÁNDEZ, M. J. (2013): Almansa desde los Reyes Católicos hasta la Transición. Almansa. Excmo. Ayuntamiento & Torre Grande.
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