1861-1862: URBANIZACIÓN DEL PASEO DE LA ESTACIÓN

 Por Miguel Juan Pereda Hernández

En Almansa, la llegada del ferrocarril estuvo marcada por tres fechas claves:

  • 17 de noviembre de 1857: inauguración de la línea de Madrid a Almansa.
  • 15 de marzo de 1858: inauguración de la línea de Alicante a Almansa.
  • 19 de noviembre de 1859: inauguración de la línea de Valencia a Almansa.

Tabla de tiempos y velocidades de los trenes de la línea de ferrocarril de Madrid a Almansa a partir del 18 de noviembre de 1857, fecha en que entró en servicio, tras su inauguración del día anterior.

   A raíz de ello, el 1 de octubre de 1861 comenzó un proyecto para urbanizar el espacio comprendido entre la Cruz de San Roque (centro de la actual Plaza de su nombre) y la vía férrea. Los terrenos se extendían desde la calle de San Sebastián (Aniceto Coloma) hasta la estación del ferrocarril del Mediterráneo, que era doble y pertenecía a dos compañías distintas. 

 

Plano del proyecto de urbanización del Paseo de la Estación en 1861.

En aquellos momentos, el casco urbano terminaba en la acera de números impares de la calle Benlliure y su prolongación hacia las de Mendizábal y San Antonio. La calle Niceto Cuenca sólo estaba construida en la acera de los números pares. No existían las calles de La Industria, ni el tramo alto de Mendizábal (camino de las Eras), ni Miguel de Unamuno (camino del muelle de la estación).

    En los Jardinillos de la Estación estaban las fondas de La Bobalina y de Marcelino. El edificio de la Estación tenía dos puertas de acceso: una en el ala sureste para los viajeros de la Compañía Almansa-Valencia-Tarragona; y otra en el ala noroeste para los de la Compañía de Madrid-Zaragoza-Alicante.

Se pretendía urbanizar el camino de acceso a la Estación con dos nuevas manzanas, separadas de las antiguas mediante travesías de 5 metros de anchura, y la prolongación de una tercera.



Marcamos con el número 1 una de las dos nuevas manzanas, la delimitada por las actuales calles Aniceto Coloma, Benlluire, Mendizábal, Paseo de la Libertad y Plaza de San Roque.

Con el número 2 señalamos la manzana que se tenía previsto prolongar, la hoy delimitada por las calles Mendizábal, San Antonio y Paseo de la Libertad

Marcada con el número 3, vemos la segunda nueva manzana, que estaría definida por las calles San Antonio, nueva travesía (que no llegó a trazarse), Niceto Cuenca y Paseo de la Libertad; no llegaría a construirse como una manzana independiente como se refleja en el plano del proyecto, sino como una prolongación de la ya existente.

Entre otras curiosidades que nos muestra el plano, observamos un bosquejo de rotonda en el actual cruce Mendizábal-Paseo de la Libertad, que no llegó a realizarse. En el centro de la Plaza de San Roque existía una Cruz y, al final de la acera de los números impares de Mendizábal, esquina con el Paseo de La Libertad, se encontraba el Pozo de Antonia.



El transporte de mercancías entre el muelle de carga y descarga de la Estación y la carretera Ocaña-Alicante se hacía siguiendo el trayecto de los actuales Paseo de la Libertad, Unamuno y Muelle (el trazado directo y actual calle del Muelle no se construiría hasta 1918).

 


El 6 de noviembre de 1861, Manuel Fernández Font, director de la sucursal almanseña de la constructora Sociedad Cambios Universales, presentó el proyecto al Ayuntamiento, solicitó su aprobación y pidió autorización para ejecutarlo, comprometiéndose a mostrar un diseño detallado de los edificios a construir, en caso de contar con el beneplácito municipal.

En su escrito, el solicitante argumentaba como justificación del proyecto el crecimiento demográfico experimentado por Almansa debido a su favorable situación:  

“...con la doble utilidad de tener el vecindario algunos edificios más, necesarios en consideración al aumento rápido de población que se advierte a causa de las distintas circunstancias que por su situación especial favorecen hoy a Almansa...”.

Debatido en sesión municipal de 15 de diciembre de 1861, el proyecto fue remitido a la comisión de Policía Urbana para su estudio, que el 30 de diciembre le dio su conformidad. 

Finalmente, el 12 de mayo de 1862 el presidente de Cambios Universales presentó “...el plan de fachada y memorias de los edificios...”, que recibió la aprobación del Ayuntamiento el 17 de mayo.

 

FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA: 
Archivo Municipal de Almansa. 
PEREDA HERNÁNDEZ, M. J. 2013: Almansa desde los Reyes Católicos hasta la Transición. Almansa. Excmo. Ayuntamiento & Torre Grande.

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